Esta novela parte de la inquietud del autor por compartir la
historia trágica y también alentadora de las mujeres de su familia. Las Linares es pues una novela histórica basada en hechos reales e inverosímiles
y que parte desde el ámbito de la realidad y la pobreza social vivida por las mujeres en mi familia.
Con hipérbole, mito y parábola la autora diluye la realidad social opresora de
la mujer en su país con una narrativa y realismo mágico que involucra al lector
en una trama familiar dentro de un país marcado por la violencia social hacia
la mujer. Es esta novela también una historia de amor en cuyo drama se destaca la voluntad y el valor, ambos concedidos sin mezquindad alguna y como
don divino a una de las mujeres
que protagoniza estas páginas, mi madre, Juana Paula Linares. Fue y sigue siendo ella la
gran heroina de esos años y de su vida. Años sobrevividos por su optimismo y lucha contra
todo tipo de obstáculo en un ambiente que permanece obtuso a la necesidad y
humanidad de la mujer. ¿Cómo entonces no contar su historia y cómo negar a esa amada
tierra andina y marabina venezolana la nostálgica y humana historia de Las
Linares?
La idea de esta novela divagó conmigo por muchos años hasta que finalmente en un día menos pensado mientras iba camino a España, la llamada madre patria de muchos países latinoamericanos y lugar donde yacen raíces de la historia de muchos pueblos, sentí gran inspiración y comencé a crear el primer retazo de esta novela que, además de ser novela, es también realidad. Como dije antes, Las Linares destaca la historia de las mujeres de mi familia materna quienes fueron marcadas por la interminable pobreza y violencia humana de su contorno social. Aquí cuento lo real e irreal de sus vidas revelando lo trágico, lo único y lo común de algunas de las experiencias que las mujeres latinoamericanas viven en nuestros pueblos.
¿Por qué esta historia y novela, se preguntarán mis lectores? Porque las voces sumidas en la probreza social de nuestros países deben ser oídas y el peso de sus huellas debe hacerse visible e indomable en una novela histórica que delate la condición social y marginal de nuestras mujeres y que dé auge y cabida a nuevos contornos de justicia social. También, escribo esta narración de la vida real porque debo a mi madre ese aliento supernatural que me eleva hacia el altar desacrado de su virginidad olvidada, de sueños no realizados, y que grita ante el silencio negándose a ser inmolado por una cultura que se pierde en su propio fin inescrutable y que se niega a sí misma de esa gran riqueza arraigada al alma de Venezuela, sus mujeres.
La idea de esta novela divagó conmigo por muchos años hasta que finalmente en un día menos pensado mientras iba camino a España, la llamada madre patria de muchos países latinoamericanos y lugar donde yacen raíces de la historia de muchos pueblos, sentí gran inspiración y comencé a crear el primer retazo de esta novela que, además de ser novela, es también realidad. Como dije antes, Las Linares destaca la historia de las mujeres de mi familia materna quienes fueron marcadas por la interminable pobreza y violencia humana de su contorno social. Aquí cuento lo real e irreal de sus vidas revelando lo trágico, lo único y lo común de algunas de las experiencias que las mujeres latinoamericanas viven en nuestros pueblos.
¿Por qué esta historia y novela, se preguntarán mis lectores? Porque las voces sumidas en la probreza social de nuestros países deben ser oídas y el peso de sus huellas debe hacerse visible e indomable en una novela histórica que delate la condición social y marginal de nuestras mujeres y que dé auge y cabida a nuevos contornos de justicia social. También, escribo esta narración de la vida real porque debo a mi madre ese aliento supernatural que me eleva hacia el altar desacrado de su virginidad olvidada, de sueños no realizados, y que grita ante el silencio negándose a ser inmolado por una cultura que se pierde en su propio fin inescrutable y que se niega a sí misma de esa gran riqueza arraigada al alma de Venezuela, sus mujeres.
Dedicada a las mujeres de mi familia: Alicia Linares, Miriam Linares, Minerva
Linares, Doris Linares, Carmen (La Nena) Linares, Milagros Linares, Ismenia Linares, Vitalia
Linares, Elfira Linares, Juana Paula Linares, Ubanía Linares, y Paula
(abuelita) Linares, Raysel Linares, Candelaria Linares y Paola Linares.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario